Las bocinas de los rodados sonaban en la avenida principal de la ciudad de Avellaneda, en los autos, camionetas, micros y bocinas flameaban las banderas celestes y blancas, de repente ese frío que había desapareció... Mi sonrisa quería aparecer entre medio de todo esto esperando un colectivo que nunca llegó, para poder irme a Capital. La sensación que te produce ver la alegría de los hinchas de Racing es algo inexplicable, emoción y felicidad. Después de seis años le volvimos a ganar al amargo. 2 - 0 en un partido increible de Racing. Gracias equipo, Hauche y Teo ♥. RACING TE AMO. Hoy y siempre, en las buenas pero en las malas mucho más.
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